jueves, 1 de marzo de 2007

Resumen comentado "Capacitación en servicio y cambio en la propuesta didáctica vigente"


Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Fundamentos Pedagógicos de la Lectura y Escritura
Profesora: Angélica Silva


Autora: Felisa C. Cortés González
Cohorte: 2006-II

Bibliografía:

Lerner, D. (1994). Capacitación en servicio y cambio en la propuesta didáctica vigente. Lectura y Vida, 15(3), 33-54.

Vocabulario especializado:

1. Contrato Didáctico: Es un conjunto de normas, no explícitamente expresadas, que regulan las interrelaciones que se dan en la escuela entre los participantes de las actividades escolares, por ejemplo: docente – alumno, alumno – conocimiento, etc.

2. Didáctica: Disciplina que tiene por objeto la comprensión y explicación de los procesos de enseñanza y aprendizaje para lograr una adecuada selección y adaptación de los sistemas, métodos y estrategias que se concretan en la praxis pedagógica.

3. Transposición Didáctica: Es el proceso por el cual los conocimientos de las distintas áreas de las ciencias se convierten en contenidos de enseñanza, después de ser sometidos a modificaciones o simplificaciones que los adecuan a los conocimientos previos y destrezas cognitivas de los estudiantes en los diferentes niveles educativos.

Resumen:

En el artículo (Capacitación en servicio y cambio en la propuesta didáctica vigente) la autora señala que la finalidad del sistema educativo, en cuanto al manejo de la lengua materna, debe ser la “formación de lectores y productores de textos competentes” (página 34, párrafo 4), pero este objetivo se trunca porque la escuela y los docentes no están realizando su labor en la dirección adecuada. Lerner explica que existe, por un lado, una gran necesidad de cambios en el sistema educativo, pero que las presiones a nivel institucional los limitan. Por otro lado, argumenta que tanto el tradicionalismo como el innovacionismo superficial y voluntarioso han perjudicado la consecución exitosa de los objetivos educacionales. Además, la investigadora advierte que existen otros tópicos a tomar en cuenta cuando se evalúa la propuesta didáctica vigente, como son: (a) la necesidad de controlar la transposición didáctica, de revisar el contrato didáctico y hacerlo más democrático, de modificar el currículo, de concientizar a la opinión pública y de desarrollar investigaciones en didáctica de la lengua materna; (b) la brecha existente entre las estrategias didácticas vigentes y los aportes recientes de otras disciplinas relacionadas con la pedagogía; y (c) la constante devaluación social y laboral de la función docente. Luego, presenta su propuesta para la capacitación a docentes en servicio, en la que señala que un buen programa de capacitación debe considerar: el tiempo que se le dedica y su nivel de profundización; el carácter de obligatoriedad o no del adiestramiento; la integración al programa del personal directivo y especializado de las escuelas; la conformación de equipos de capacitación y de acompañamiento pedagógico comprometidos y bien entrenados; y los contenidos, estrategias didácticas, bibliografía consultada y evaluación de las propuestas que se implementan. Finalmente, la autora hace hincapié en la impostergable necesidad de continuar avanzando en la investigación didáctica y de conocer la fundamentación teórica que sustenta la labor del docente.

Comentario crítico:

Después de la revisión crítica del artículo de la Profesora Lerner puedo expresar que en líneas generales estoy de acuerdo con los planteamientos esbozados por ella. Me parece que es muy importante que quede establecido, a partir de la investigación formal, que los cambios que efectivamente requiere el sistema educativo no dependen sólo de una mejor formación de los maestros, sino que existe una responsabilidad social y estatal que es determinante. Ahora comprendo lo que la autora señala en relación con la tarea de introducir reformas. Ésta debe ser emprendida luego de una amplia difusión y planificación consciente de las modificaciones que se requieren a nivel institucional y de currículo. Hoy también entiendo que no podemos seguir avanzando realmente con improvisación y desconocimiento de la relación entre la teoría y la práctica educativa. Lamentablemente éstas son características muy frecuentes cuando se habla de transformación educativa en nuestro país. Y creo que este aspecto es relevante porque se tiende a opinar mucho sobre educación, y evidentemente todos tenemos derecho a hacerlo, pero las decisiones no se toman con base en realidades, sino con conocimientos sólidos y fundamentados para su posterior comprobación científica.

Otro de los aspectos significativos de la propuesta de la Profesora Lerner se refiere a la necesidad de incorporar al personal directivo y de especialistas de las escuelas a los programas de capacitación, porque el desfase entre lo que los maestros piensan que deben hacer después de realizar estudios o talleres de actualización y los requerimientos planteados por coordinadores, directores y supervisores, es enorme y atenta contra la mejor intención y búsqueda de resultados beneficiosos para los estudiantes. Además, los directores y subdirectores son quienes generalmente realizan las labores de acompañamiento pedagógico de los maestros, y resulta contradictorio que la persona que tiene la obligación de guiar e introducir correctivos en el trabajo cotidiano del aula no siempre parece ser la más idónea para ejercer tal tarea.

Adicionalmente, puedo notar que algunos de los planteamientos expuestos por la investigadora se relacionan con la reforma curricular en I y II Etapas de Educación Básica implementada en Venezuela. Por ejemplo, la planificación escolar por proyectos y bajo concepciones pedagógicas renovadas ha permitido avances en cuanto a: (1) la democratización de las relaciones en el aula (ahora son más abiertas, horizontales y flexibles) que rompe con la rigidez del contrato didáctico tradicional, al establecer objetivos de aprendizaje a mayor plazo (en el grado, la etapa y el nivel) y (2) un manejo más flexible del tiempo didáctico y la reducción de la transposición, entre otros. Pero esto no puede tomarse como un hecho consumado, porque una de las carencias que se evidencia en la práctica pedagógica es el seguimiento y evaluación de los resultados de la implantación de la reforma, tanto a nivel macro como a nivel micro. Con ello quiero decir que no existe garantía alguna de cómo se está realizando el trabajo de aula, de cuánta capacitación requieren los maestros o de cuáles cambios son todavía necesarios y cuáles cambios no son negociables.

Por último, pero no menos importante porque toca lo que puedo decidir individualmente, es modificar, a pesar de las presiones en contra, lo que la autora señala con respecto a los propósitos de la educación, en lo tocante al manejo de la lengua escrita. En este sentido, estoy de acuerdo con la investigadora cuando se advierte que los docentes tenemos la responsabilidad de combatir la desigualdad, la exclusión escolar y los déficits cognitivos, sociales y de goce estético que ocasiona la deficiente apropiación de la lectura y la escritura por parte de nuestros estudiantes. Por ello, creo que depende de cada quien, con su modesto aporte, que comience a manifestarse en nuestras aulas el desarrollo de las prácticas de lectura y escritura con sentido crítico, funcional y marcado por la reflexión.